Mi relación con los cómics

¡¡Y aquí me tenéis!! Pintado al estilo KISS (pero a lo chapuza casera) en lo que fue mi noche de halloween.

Empecé a leer cómics desde pequeñito, leyendo los de Marvel de mi tío y los que pillaba en la biblioteca como Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Pepe Gotera y Otilio... (Ibáñez a tope xD)

A los 10 años encontré en una feria del libro un cómic llamado "Adele y la bestia". En ese entonces me gustaban mucho los dinosaurios y las pelis cutres de super monstruos al más puro estilo "Supertiburón VS Megacocodrilo", así que no me lo pensé dos veces y lo compré. Lo cierto es que no me pareció muy allá en aquel entonces, ya que ése cómic en concreto no va dirigido a lectores de esa edad debido a los desnudos y las expresiones que un niño de diez años no pillaría hasta que le pregunta a sus padres y éstos, con cara de sorpresa, lo castigan (true story).

Desde siempre me ha gustado el anime. Me crié con series como Dragon Ball, One Piece, Evangelion, Shin-Chan o Detective Conan (quien no las haya visto no tiene infancia) y otros animes que echaban en "TVE 2" y en "Canal2 Andalucía" en aquel entonces. Siempre me ha gustado el anime, pero no leí mi primer manga hasta los 13 años, ya que en España no había manera de encontrar uno si no era en ciudades comerciales, como Linares. Desde entonces he leído y sigo leyendo muchas sagas, como Bleach (mi favorito).

Los cómics, ya sean Marvel, DC, o manga, influyen en la educación de una manera positiva. Hay quien nos llama frikis, pero los valores que éstas series te enseñan son de valor incalculable. Te enseñan lo satisfactorio que puede llegar a ser ayudar a las personas, a tener sentido del humor, a tener sentido de la justicia, que no hace falta ser un tío super cuadrado y con músculos hasta en las pestañas para ser el héroe y que hay que saber escoger las juntas para encontrar unos buenos amigos, porque el valor principal es la amistad.

Los cómics son un medio divertido de entretenimiento, pero nada es bueno en exceso. Nosotros escribimos nuestra propia aventura y tenemos un basto mundo donde vivirla.

Hasta la próxima.